viernes, 17 de octubre de 2008

Joan Plaza: “Tenemos el deseo de darle a la afición las mayores alegrías”




El entrenador del Real Madrid de baloncesto, Joan Plaza, concedió este jueves una entrevista exclusiva a RealmadridTV en la que repasó desde sus inicios como técnico de baloncesto en las categorías inferiores hasta su llegada al banquillo blanco hace tres temporadas. Plaza, además, se sinceró hablando de su estrecha relación con el Real Madrid, con quien comparte los valores que día a día él intenta transmitir a sus jugadores. El técnico madridista habló asimismo de los objetivos de este año, de su excelente relación con Antonio Martín y Alberto Herreros, del gran estado de forma de algunos de sus jugadores y lanzó un único mensaje a la afición: “Tengan confianza en nosotros”.

¿Cómo afronta Joan Plaza esta tercera temporada al frente del Real Madrid?
La sensación que tiene el equipo ahora es la de sacar buenas conclusiones de lo que nos pasó el año pasado. A nadie se le escapa que se logró un récord en la ACB, que llevamos a tres jugadores a la selección española, que me nombraron mejor entrenador de la liga regular o que ganamos a un equipo NBA por primera vez en la historia del Real Madrid. Son grandes cosas para muchos clubes pero no suficiente para el Real Madrid. De eso somos conscientes jugadores, entrenadores y directivos, y vamos a ver si somos capaces este año de acabar con números similares pero con mejores notas.

El objetivo del Real Madrid siempre es aspirar a todo. ¿Hay alguna preferencia para Joan Plaza?
El año pasado se nos quedó un sabor agridulce por no poder jugar la Final Four aquí en Madrid. En ese sentido el equipo tiene ganas de aprovechar el factor cancha aquí en casa y ganar una Copa del Rey que hace dieciséis años que se nos resiste. En todo caso, el llegar a la Final Four de Berlín también nos haría mucha ilusión. Tenemos varios retos y todos igual de apetecibles. Pero el primero que nos viene y que por eso vamos a afrontar con la máxima ilusión es la Copa del Rey.

Hablemos ahora un poco de su llegada al banquillo como primer entrenador del Real Madrid. ¿Cuál fue su primer pensamiento cuando recibió la llamada de Antonio Martín?
Recuerdo muchas cosas, pero mi primera sensación fue de nervios. Se me puso la piel de gallina, tenía ganas de llorar, de saltar de alegría. Fueron muchas sensaciones en muy pocos instantes. Pero la primera reacción de mi mujer, que estaba conmigo a mi lado, fue la de fotografiar ese momento, porque era un momento muy especial en nuestras vidas. No sabíamos si iba a durar tres años o tres meses, pero éramos tan precavidos que no nos atrevimos a pedir la excedencia de ella al ser funcionaria, porque sabíamos que tres malos partidos podía ser equiparable a quedar fuera. Ahora eso lo vemos desde la distancia, con el mismo deseo de dar el cien por cien, pero aquel día en un pueblo pequeño de Irlanda quedará por siempre en nuestra memoria. De hecho la foto de ese pueblo está en la entrada de mi casa.

¿Se planteaba alguna vez llegar a entrenar a un equipo como el Real Madrid?
El objetivo de las personas que venimos de muy atrás, de las categorías inferiores, es llegar a ser profesionales de esto. Honestamente, ya llevaba varios años en el Joventut de Badalona y pensaba que quizá fuera factible el llegar a ser primer entrenador algún día, cuando la directiva del Joventut lo estimara. Pero hay unas cotas a las que siendo entrenador de las categorías inferiores de la Penya no aspiras, y es a ser primer entrenador de equipos como el Real Madrid, CSKA, Barcelona o Maccabi. Otra cosa es que la vida da muchas vueltas y por fortuna me trajo hasta aquí.

¿Y qué le queda a Joan Plaza de esa vida, en la que compaginaba su trabajo como funcionario de prisiones con los entrenamientos de sus equipos?
Me sirve para valorar ciertamente dónde estoy. Creo que es muy bueno sufrir para conseguir las cosas, y los catorce años que pasé en penitenciarias distintas de Cataluña te curten, te hacen apreciar dónde no quieres volver. Cuando iba a trabajar a prisiones veía las colas del paro y no me permitía ir triste a trabajar, pero no era mi vocación. Yo ya llevaba muchos años entrenando y compaginé durante un tiempo estas dos funciones, pero me llegó la oportunidad de dedicarme profesionalmente a esto. Es algo que siempre tengo en cuenta porque sigo manteniendo alguna relación con gente que todavía trabaja allí, que me apoya, que me ayuda y que me estimula a seguir aprovechando una oportunidad que pocas veces se te presenta en la vida.

¿Cómo definiría la relación que mantiene con la dirección de la sección?
Creo que es una de las mejores cosas que hemos hecho. Veníamos de una época en la que igual no estaban muy bien definidas las parcelas de cada uno, pero entre Antonio Martín, Alberto Herreros y yo cada uno sabe su rol, su papel. No nos inmiscuimos en el trabajo del otro pero sí hablamos cada semana, nos reunimos los tres para hablar de todo. Lo que quería Antonio y Alberto era dar un sentido a la sección y no dar devaneos. Intentamos crear una columna vertebral que nos permitiera añadir piezas que nos van faltando. Pensamos que esto nos va a dar mayor solidez y más capacidad de éxito que no estar cambiando todo cada año. Esta idea es común entre los tres y está apoyada por el presidente del Club, Ramón Calderón. Al menos creemos que estamos llevando las cosas con orden.

Vistalegre es una de las plazas con más asistencia de España. ¿Siente ese cariño de la afición del Real Madrid?
Quien más lo ha notado ha sido la gente que venía un poco más del Raimundo Saporta, donde en apenas con 5.000 espectadores se llenaba el pabellón. Recuerdo que el día de mi debut, en un amistoso contra el Lietuvos Rytas, se llenó la mitad del aforo. Semanas más tarde logramos enganchar a la gente, y lo habíamos hecho con dos cosas: con el talento de mis jugadores y el orden que estamos dando a la sección, y que yo creo que el público se ha sentido cómplice de lo que estamos haciendo. Han visto que el equipo puede ganar o perder, pero no dudan en su profesionalidad o en su orientación de cómo llevar el partido para ganar. Eso ha hecho que exista esa simbiosis en Vistalegre que es inigualable en España actualmente.

¿Y cómo va esa relación de Joan Plaza persona con la ciudad de Madrid? ¿Es feliz aquí?
Uno ha de coger la maleta para entender mejor las cosas, para romper estereotipos y falsos tabús, y eso me ha pasado a mí. Madrid me ha robado el corazón, hasta tal punto que este verano, cuando he vuelto a casa, me he sentido extraño. Me he identificado con los valores que quiere transmitir el Club y que la ciudad mantiene, y a mí me ha hecho maduro, me ha hecho mejor persona. Ojalá pueda estar aquí más años y mantener ese cariño recíproco que ahora nos tenemos.

Volviendo al plano deportivo, esta temporada nos ha dejado ya sensaciones muy destacadas. Nadie puede obviar, por ejemplo, lo que está pasando con Felipe Reyes.
Felipe siempre ha sido una persona muy útil, siempre lo ha sido, desde cadete. Pero antes sólo anotaba de balones doblados o de sus propios rebotes, y él tenía ganas de mejorar. Nosotros sólo le estamos dando las herramientas para que mejore. Y lo ha hecho en su tiro exterior, además de que está siendo capaz de asistir, de defender a jugadores pequeños. Tiene una lectura mejor del juego, y esa evolución es la que queremos en todos los jugadores de nuestro equipo. De hecho hay una premisa en los jugadores que nosotros seleccionamos, y es que quieran seguir mejorando. No queremos al jugador de 25 o 35 años que piense que está acabando su etapa de conocimientos y que sólo se dedique a optimizar ese rendimiento en el partido. Queremos que ellos destinen, como hace Felipe, muchas horas fuera del entreno del equipo a mejorar su técnico individual, su tiro, su defensa. Os aseguro que él está, no sé si a mitad de camino, pero aún con mucho recorrido para mejorar. Quiero decir que si Felipe no involuciona y lo hace favorablemente, puede marcar una época. Para eso él ha de seguir invirtiendo horas en sí mismo y que sea consciente de esa necesidad que tiene el equipo de él. Creo que lo va a seguir haciendo porque tiene la cabeza muy bien amueblada.

Otro que ha empezado muy bien la temporada es Sergio llull, que está demostrando lo que se espera de él.
Antes Sergio tenía una pareja de baile muy cara, que era Raül y Tunçeri y ahora la tiene igual o más cara con Raül y Pepe. Pero creo que a él lo hemos llevado por el camino correcto en cuanto a no darle una responsabilidad mayor antes de tiempo. Teníamos ganas de ver al Sergio que hace mates o que hace grandes defensas, pero todo requiere su tiempo para que tenga trascendencia. Él ha sido capaz de captar esa sensación, ha trabajado durante dos años sabiendo que tenía poca recompensa en los partidos y ha llegado el momento en que él de un paso adelante. Sergio es consciente de esta situación y creo que estamos llegando a un punto aún lejos de su máxima capacidad, que la encontrará durante la temporada esta y la siguiente, en el que sus compañeros crean en él. Porque cuando tú crees en ti mismo está muy bien, pero él está contagiando estas sensaciones a sus compañeros. Está asistiendo, está defendiendo, está hablando con ellos, pero todavía le falta dominar el tiempo de partido como lo hace Pepe, Raül o lo hacía Tunçeri. Está llegando a esos niveles de madurez que adquirirá con más tiempo, pero es evidente que estamos muy contentos con su progresión.

Se empezó la liga con algunas dudas pero ya en el tercer partido se ha notado una línea ascendente en este Real Madrid.
Todos hemos hecho autocrítica de lo que pasó el año pasado, y todos tenemos claro que ganar todos los partidos de pretemporada es bueno pero a lo mejor es evitable en tanto en cuanto la puesta a punto será algo más tardía. Hubo equipos el año pasado que llegaron a perder más del doble de partidos que nosotros y sin embargo llegaron a un punto de la temporada quizá mejor. Y eso es lo que vamos a intentar nosotros. Nuestro crecimiento queremos que sea paulatino, no dejamos de saber que estamos en el Real Madrid. El único título que se ha jugado hasta la fecha, que es el Torneo de la Comunidad de Madrid, se ha ganado, y queremos ir evolucionando durante la temporada para llegar a esos partidos clave en mejor predisposición. Lo que también está claro que esto no es una fórmula matemática porque sino siempre ganarían los mismos. Es una puesta a punto progresiva y que esperemos de resultados.

¿Y cómo va ese acoplamiento de las nuevas caras al colectivo?
Intentamos fichar buenos jugadores para el Real Madrid, pero también vamos a primar el saber que estamos fichando buenas personas. Hay un problema muy claro en los grandes equipos y es que tú vas a fichar grandes jugadores que destacan en sus equipos. Son equipos que a lo mejor no están a la altura del Real Madrid, y cambiar ese rol donde juegas treinta y siete minutos y descansas sólo tres, donde eres el alma mater, a pasar a ser un jugador más, un complemento más de una plantilla ya estructurada y con una columna vertebral muy definida, es muy fácil de decir y no tanto de asumir. Y estamos en ese proceso. Los tres fichajes que hemos hechos sabían a qué venían porque hablamos antes con ellos. Saben que necesitan ese periodo para ser capaces en menos tiempo de optimizar sus balones, sus defensas o sus rebotes. Yo estoy muy contento con su respuesta y estoy seguro que Vistalegre va a disfrutar con ellos con seguridad.

¿Cómo lleva el Real Madrid la competencia con esos equipos con grandes presupuestos?
Siendo consecuente. Nosotros no nos hemos emborrachado en esa línea. Hay equipos que se han gastado 4,5 o 6 millones de dólares en algún jugador, pero nosotros creemos más en una línea que nos permita durante muchos años competir. Tenemos una fórmula que creo que otros equipos no tienen, y es que tenemos una serie de jugadores que quizá son campeones del mundo, subcampeones olímpicos y de Europa, y que han sido MVP en muchas ocasiones. Pero ninguno ha jugado una Final Four, y todos ellos tienen el deseo de acabar sus carreras disputando una, y si es posible ganarla. La mezcla de veteranía y juventud, de hambre y de experiencia que hemos juntado este año nos puede acercar a esas líneas que no tienen los demás. Lo que está claro es que no sólo el dinero te acaba aportando títulos. En nuestro caso, en los ojos de mis jugadores veo el hambre de hacer historia.

¿A qué niveles está ahora mismo Europa de la NBA?
Creo que técnicamente estamos mejor, lo que no hay duda es que hay un tema físico imponderable que en un deporte de contacto como el nuestro es muy importante. Sí que hay gente con mucho talento allí, pero a nivel técnico-táctico estamos ya muy a la par. Necesitamos un par de años más de consolidar nuestras competiciones, pero creo que el partido de la final olímpica fue el reflejo de cómo están las intenciones en Europa. Estamos cerca.

¿Cómo definiría el estilo de Joan Plaza? ¿Qué características tiene?
Lo único que yo pretendo es sacar el máximo provecho de mis jugadores. Que ellos saquen lo mejor de sí mismos, incluso cosas que ellos mismos ni se esperen. Me gusta la gente que tiene ganas de evolucionar, que no tiene techo, que es capaz de priorizar el equipo antes que ellos mismos, y eso tarde o temprano te acaba dando éxitos. La fórmula es el trabajo, la mejora de la técnica individual, el juego colectivo, divertirnos jugando. Esa premisa es la que debemos mantener, y mis equipos son grupos que suelen tener un gran porcentaje de buenas defensas pero que ofensivamente siempre se mueven entre los tres o cuatro primeros de la liga, con lo cual estamos moviéndonos con agilidad, con diversión y de una forma bastante plástica. Yo suelo decirle a mis jugadores que yo trabajo con sus hábitos, quiero que las cosas les salgan espontáneamente, y eso lo que requiere es tiempo.

Y de todos los maestros que ha tenido Joan Plaza a lo largo de su carrera, ¿de quién ha aprendido más?
Honestamente de todos. Hay una persona que no está a nivel de medios, que es Miquel Nolis. En Cataluña no es muy conocido tampoco, pero es un gran entrenador de base. Creo que él fue el que me impregnó más lo que es una estructura de equipo, pero no cabe duda que la explosividad de Manel Comas ha quedado en mí, o he querido heredarla. También la inteligencia, la habilidad de Aíto en la manipulación o gestión del banquillo y la capacidad de Boza. He intentado ser una esponja y coger lo mejor de ellos. Teniendo claro además que antes de entrenar con estos cuatro entrenadores llevaba 23 años de autogestión y no hay ninguna duda que mi hermano y otra gente de mi alrededor han influido mucho en mí.

Sabemos que le gusta el fútbol, pero a parte de Raúl, ¿con qué otros jugadores mantiene una relación especial Joan Plaza?
Con el que más es con Raúl, pero porque yo el primer año no me pude callar y recuerdo que nos hicimos una fotografía con el equipo y le dije que me había transmitido honestidad, profesionalidad, seriedad, y esos son valores que yo quería transmitir también cuando llegara a ser primer entrenador –por aquella época todavía era segundo-. Pero también en Vistalegre hemos visto muchas veces a Guti, a Van Nistelrooy, a varios jugadores. Y los míos van a menudo al palco del Bernabéu. Es bueno que haya esa simbiosis entre las dos plantillas de fútbol y baloncesto.

¿Qué mensaje le daría al madridismo en esta temporada que comienza?
Lo primero es agradecerles el cariño. Y lo único que les pido es que tengan confianza en el grupo que estamos trabajando, que nos ayuden en los momentos malos que seguro pueden haber, pero que nunca duden del deseo de la plantilla, de los directivos y del cuerpo técnico en ser capaces de darles las máximas alegrías. Nos gustaría ser un equipo que dentro de quince o veinte años se nos recuerde como una generación que llevó al Madrid a jugar cosas que no había jugado o que nunca se repitieron.

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