A falta de 15 minutos para que comenzara el partido en Badalona, todavía no se sabía si Ricky Rubio iba a poder jugar. Realizó el calentamiento, lo aguantó bien y se le dio el OK a Sito Alonso. No empezó de titular, pero cuando salió a los 5 minutos, dejó claro que se jugaba la vida y que no estaba dispuesto a permitir que esta eliminatoria acabara en Badalona.
Hasta que salió el base de la Penya, fue Raúl López quien estaba destacando. Se le notaba motivadísimo en su antigua casa, que todavía no le perdona que se fuera de allí. En las filas verdinegras, Moiso no se cansaba de anotar y de mantener a su equipo vivo en el arreón inicial del Real Madrid.
Con la entrada de Ricky, el DKV se puso por delante en el marcador. Pero Massey apareció con 9 puntos consecutivos y devolver la igualdad al luminoso. Raúl López se fue al banco y Ricky Rubio se aprovechó de Sergio Llull. Al descanso, 45-44, con triplazo incluido de Norel sobre la bocina.
En el comienzo del tercer cuarto, hubo un equipo despierto y otro dormido. El DKV comenzó de forma brillante, mientras que los de Joan Plaza parecían haberse dejado las ganas en el vestuario. Los locales se fueron 8 arriba, pero no lo supieron aprovechar.
Bullock contra todos
La remontada blanca la efectuaron Bullock, sobre todo, y Raúl López. Los dos equipos se retaron a triples y siguió el empate. Hasta que Ricky decidió poner una marcha más. El tercer cuarto terminó con un nuevo triple verdinegro, esta vez de Hernández-Sonseca.
El último parcial le dio una oportunidad a Bullock, que acabó siendo el máximo anotador del partido. Tomó el papel protagonista y el secundario de su equipo y niveló el marcador. Cuando se cansó, Raúl López mantuvo al Real Madrid alerta.
A falta de 3 minutos, empate a 74. Las imprecisiones volvieron en los momentos decisivos en los jugadores blancos, y Ricky Rubio, apoyado por un enorme Moiso, resolvieron a favor de la Penya. Ricky Rubio llegó a tiempo para salvar al DKV y forzar el tercer partido en Madrid.
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