El antiguo entrenador "merengue" intentará eliminar a los de Messina en la primera ronda.
El Cajasol ha recibido sendas palizas en los dos partidos de la fase regular en los que se ha enfrentado al Real Madrid.
Vitoria. Nada mejor que un poco de morbo para empezar. Real Madrid y Cajasol disparan esta tarde (20.30 horas, La 2) el pistoletazo de salida a unos play off que mañana dirimirán el grueso de este primer asalto con los tres duelos restantes. Entre ellos, el que enfrentará al Caja Laboral contra el Estudiantes a partir las 20.15 horas. Pero, antes de eso, el conjunto merengue intentará primero erradicar de cuajo cualquier atisbo de sorpresa frente a los andaluces.
Sin embargo, en lugar de focalizar sus miradas sobre el parqué, el mundo del baloncesto girará hoy su punto de mira hacia los banquillos de ambas escuadras, hogar de dos técnicos enfrentados por un problema que ninguno de los dos ha propiciado. Porque ni Ettore Messina ni Joan Plaza tienen ninguna culpa de que en el encuentro de esta tarde el morbo eleve su temperatura hasta rozar el punto de ebullición. El catalán no ha hablado nunca mal del italiano -y viceversa- a pesar de haber recibido sendas palizas en sus dos enfrentamientos de la fase regular (56-76 en Sevilla y 81-61 en Madrid) pero, aun y todo, a nadie se le escapa que al autor del libro Las mantas de Angelina -única de sus novelas publicadas, aunque ha escrito cuatro, además de varios cuentos y un guión cinematográfico- su marcha de la entidad blanca le creó una herida difícil de suturar.
Como un hijo cuyo padre siempre ha recalcado sus errores en lugar de destacar sus aciertos, Plaza nunca se sintió respaldado por los dirigentes del conjunto madrileño. En sus tres temporadas en Vistalegre, apenas alzó una Liga y una Copa ULEB. Quizá por eso, cuando Florentino Pérez apostó por el mediático entrenador siciliano para liderar su multimillonario proyecto, este antiguo funcionario de prisiones se propuso trasladar su experiencia y su saber hacer a tierras sevillanas, donde con menos presión -aunque también con menos dinero- intentaría edificar un proyecto que venía derrumbándose como un castillo de naipes al mínimo soplo del viento del norte.
No le ha ido mal. Clasificó al Cajasol para la Copa del Rey y cayó muy dignamente en su primera ronda frente a la apisonadora blaugrana, ésa que esta temporada se ha convertido en el monstruo que reside bajo la cama de Messina. Si logran eliminar al Real Madrid a las primeras de cambio, probablemente el culto y reflexivo entrenador del cuadro andaluz no dirá una palabra más alta que otra, ni se regocijará de su billete para las semifinales -ante el Baskonia, si los vitorianos consiguen pasar la ronda contra el Estudiantes-. Pero, a buen seguro, su libreta de viaje quedará entintada con las reflexiones que su prudencia le contendrá de realizar.
El factor Llull.
Enfrente tendrá a su sucesor en el banquillo madridista. Ése al que han concedido todas las estrellas que a Plaza le fueron negadas, y ése que hasta el momento no ha logrado mejorar el trabajo de su homólogo. Con Van den Spiegel dentro del equipo en detrimento de Kaukenas y un Morris Almond ya pasto de las dudas -¿de qué sirve fichar a un anti-Mickeal si no consigues llegar a la final contra el Barcelona?-, el Real Madrid sustentará de nuevo su potencial en la dirección de Prigioni y Jaric, el juego bajo el aro de Tomic o la solvencia del que hasta ahora está siendo su principal baluarte, Sergio Llull. El internacional, único referente blanco en multitud de partidos durante la presente campaña, es de otro planeta. En las últimas siete jornadas, no ha bajado nunca de los quince puntos, con más de treinta minutos sobre el parqué en cada uno de ellos. Quizá, tras anotar alguna de sus canastas, Llull mire al banquillo contrario para guiñar un ojo al técnico que apostó por él cuando aún era un joven don nadie en la plantilla madrileña. Un técnico llamado Joan Plaza.
David Ortega - Jueves, 20 de Mayo de 2010 - Actualizado a las 08:01h.
Fuente: http://www.noticiasdealava.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario