Con la exigencia y la ilusión como bases de trabajo, Joan Plaza ha conseguido sobrepasar las expectativas y los objetivos del Cajasol. Quintos y con el Playoff asegurado tras una década de ausencia, ahora "percibo el deseo de dar la campanada".
Redacción, 28 abr. 2010.-
La trayectoria de Joan Plaza en Sevilla se puede resumir en dos conceptos: trabajo y sensaciones. Bueno, en realidad en tres: trabajo, sensaciones y defensa. La filosofía impuesta por el técnico catalán ha devuelto al Cajasol al Playoff diez años después, además de borrar de un plumazo los sufrimientos y angustias de las últimas temporadas, cuando el equipo luchaba de forma incómoda (contra su tradición, contra su presupuesto) por la permanencia.
"El objetivo de la temporada está sobradamente cumplido", afirma con convencimiento Plaza, quien recuerda que "lo que me plantearon los directivos al inicio de la temporada era no pasar las angustias del año anterior". Con el Playoff asegurado y la quinta plaza a tiro, "hemos ido al otro extremo, a consolidarnos entre los 8 mejores de la ACB".
Estar en el Playoff tras una década de desencanto ha provocado "una alegría especial entre la gente de la ciudad y los trabajadores del club. Desde Barcelona y Madrid (las últimas ciudades en las que Plaza ha vivido) se tenía la percepción de que Sevilla tenía que tener un equipo entre los 8 o 10 mejores de forma regular. Ahora la gente en Sevilla está saboreando algo que se le ha negado durante muchos años. Nuestro objetivo es conseguir que sea algo regular", expone Plaza.
Que el buen momento tenga continuidad, que se pueda "pasar página" e incluso quitarse un peso de encima. En opinión del técnico "el grupo ha transmitido a la ciudad el deseo de pasar página del pasado y del sufrimiento de los últimos años" a través de una máxima implicación y exigencia.
Una de las claves del éxito de esta temporada ha sido justamente este "nivel de exigencia muy alto que ha contagiado a todos, desde el último trabajador del club hasta el primer directivo. Sabíamos que teníamos que optimizar el talento y dar seriedad y dureza de convicción a nuestro trabajo. Ha habido mucha exigencia a nivel de trabajo y la correspondencia del jugador ha sido sorprentendemente alta".
Plaza se ha encontrado con una entrega "brutal" por parte de los jugadores "seguramente con la intención de pasar página de algo que les pesaba respecto de los años anteriores. Desde el primer día trabajábamos los lunes como si fuéran sábados, desde el primer día hemos trabajado como si nos jugáramos la vida en el descenso".
Su carrera en Madrid fue de más a menos, fundamentalmente porque el primer año arrasó y se alzó con la Liga: difícil de superar. Un nuevo reto con un equipo más modesto podía ser entendido como una reválida o incluso una oportunidad para muchos de crucificarlo como entrenador… si la cosa salía mal. "Entiendo que hubiera esas dudas, porque las circunstancias me llevaron a un gran equipo en mi primera temporada. Aquí en Sevilla siempre comento que ficharon al ex entrenador del Real Madrid y ahora han ido descubriendo y conociendo a Joan Plaza", asevera de forma muy gráfica el barcelonés.
Tras casi un año de éxito rotundo, Plaza asegura que "la percepción (del entorno, tanto dentro como fuera de España) es de satisfacción por corroborar que las sensaciones son similares y hasta mejores en este equipo. Me gustaría pensar que la gente cree que soy válido para entrenar tanto al equipo que aspire a lo máximo como al que quiera crecer. Sin embargo, aún necesito más tiempo para que la gente me considere válido para ACB en cualquier circunstancia", recalca.
La defensa, clave.
Si por algo se ha caracterizado el Cajasol de Plaza es por una defensa asfixiante, que marca el ritmo del partido y que funciona como un reloj, con la implicación de todos. Una defensa interiorizada como el camino más corto hacia el triunfo, más que como un impaciente trámite para volver a tener el balón. Aunque su escuela, la badalonesa "gusta de correr el contraataque y se motiva con el juego rápido y la cantidad de puntos" no siempre se reúnen las circunstancias para poder jugar así.
"Es evidente que cuando vienes a un proyecto nuevo, con la herencia de malos resultados y en el que no puedes confeccionar la plantilla de nuevo, hay que agarrarse a lo que sabemos que podemos exigir a todos". Es decir, la defensa. "Luego hemos ido mejorando en anotación tras empezar por la seriedad en defensa. Sabíamos por un lado que era necesario esforzarse en defensa, pero también que podíamos divertirnos haciéndolo. El resultado ha sido que tenemos la segunda mejor defensa de España y una de las mejores de Europa". De nuevo, difícil de mejorar en su primera temporada.
Pero no ha acabado la temporada, aún queda lo mejor, el premio del Playoff. ¿Cómo debe encararse esta anhelada postemporada? Según el técnico del equipo sevillano, con una doble motivación. Por un lado, "como para nosotros no era un objetivo, vamos a intentar que los fans se diviertan con el Playoff". Por el otro, "este equipo ha ido arañando partido a partido y casi nunca hemos perdido tres seguidos, así que percibo el deseo de dar el campanazo, de intentarlo por lo menos".
En el seno del equipo "no hay sensación de conformidad. No habría nada mejor para cerrar la temporada que meternos en semifinales". Su situación privilegiada ("con cuatro equipos de Euroliga, contando Power Electronics Valencia como uno de ellos, por encima") les permite soñar con unos cuartos muy disputados y, por qué no, con una "Si en el cruce nos tocara Valencia, Caja Laboral o Real Madrid, que parecen los posibles, intentaremos que nuestra cancha sea un fortín y dar la sorpresa en las visitas". Plaza ha vuelto a tener una primera temporada deslumbrante pero… ¿aún puede hacerlo mejor antes del verano?
Fuente: ACB.COM
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