lunes, 1 de marzo de 2010

Las Mantas de Angelina en Bilbao

Novelista en tiempos muertos.

A través de 'Las mantas de Angelina', el técnico del Cajasol anima a la gente a perseguir «los sueños que no han podido cumplir»

El entrenador de baloncesto Joan Plaza presenta en Bilbao su primera novela.

Joan Plaza nunca fue un tipo conformista. Criado en el seno de una familia barcelonesa junto a cinco hermanos, aún era un chaval cuando se puso a trabajar porque sus padres tuvieron que cerrar su tienda de neumáticos. «Un trauma». Durante catorce años se ganó la vida como funcionario de prisiones, aunque su sueño siempre fue entrenar en la ACB, la mejor liga europea de baloncesto. Lo ha perseguido hasta cumplirlo. Empezó dirigendo al equipo del barrio -el Club Betsaida- y, poco a poco, subió escalafones en el gremio hasta llegar al todopoderoso Real Madrid. Ahora, entrena al Cajasol sevillano. Hasta aquí todo normal. Lo curioso del caso es que, lejos de conformarse, ha escrito una novela donde de forma sutil intenta convencer al mundo de que siga su ejemplo. «Una de las cosas que me revienta es que la gente no haga lo que le apetece», esgrime.


Bajo el título 'Las mantas de Angelina' -Editorial Sombra-, el libro tiene como protagonista a una mujer profesional y madre de familia que, un buen día, decide busca refugio en un pasado de recuerdos imaginarios mientras se replantea un futuro incierto. Utiliza para ello unas mantas de su abuela. De alguna manera, Plaza se esconde detrás de esa señora para «dejar caer reflexiones u opiniones» personales.


Apenas unas horas después de que su equipo cayera con honores en el BEC en cuartos de final de la Copa del Rey, el técnico compartió ayer sus inquietudes con una veintena de lectores en la Casa del Libro de la bilbaína Alameda Urquijo. Allí explicó qué ha querido decir con ciertos pasajes de su novela. «Muchos están basados en vivencias personales. Viajes, lecturas, personajes históricos que me han cautivado...», revelaba después del encuentro a EL CORREO. Del baloncesto, ni rastro.


- ¿Va a escribir algún día sobre el deporte de la canasta?

- Lo hago en algún momento de la próxima novela, pero nunca he pensado en dejar el oficio de entrenador. Creo que tengo ese pequeño don de poder dirigir a grupos humanos. Además, ahora mismo la faceta deportiva está más desarrollada que la de escritor, si bien he escrito cuatro novelas más y espero que salgan a la venta.


Viejas aspiraciones

'Las mantas de Angelina' habla de inquietudes mundanas, de los sueños y metas incumplidos. Huelga decir que el técnico catalán anima al lector a que intente alcanzar ahora esas viejas aspiraciones. «Hablo de las cosas que hemos dejado pasar y al tiempo nos arrepentimos. El mensaje es que luches por ello. La gente que trabajamos en lo que queremos lo hacemos mejor porque gozamos con ello», razona.

El origen de la historia viene, según confiesa el autor, de un desayuno en su anterior trabajo como carcelero: «Un compañero trajo la carta de un hermano suyo escrita a su madre, en la que le decía todo lo que sentía y no le había dicho verbalmente en los últimos años. A todos nos sorprendió la capacidad de decir cosas escritas y no habladas y decidimos hacer un cuento. Los demás desistieron, pero yo continué».


Entonces le picó el gusanillo literario y al ganar un premio se creyó «que era bueno».
Si contar una historia en 125 páginas tiene su aquel, ni que decir tiene que traducirlas también lleva su tiempo. Joan Plaza lo ha hecho a sí mismo con esta novela, escrita originalmente en catalán y lanzada hace diez meses a las librerías en castellano. No es un best-seller ni nada parecido, pero el badalonés tiene su público e interactua a diario con él a través de su página web.

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