El Cajasol es cada vez más equipo de Playoff y asienta su quinta plaza al ganar por 69-64 a un correoso Blancos de Rueda Valladolid, que vendió cara su derrota y asustó por momentos al Municipal San Pablo.
Antonio Gutiérrez. Sevilla, 14 mar. 2010 (EFE).
El Cajasol, con una apretada y trabajada victoria (69-64), suma ya quince y sigue en la lucha por hacerse con el cuarto puesto en la tabla que tiene el Electronics Valencia, mientras que el Blancos de Rueda Valladolid frena su progresión en el intentó de entrar entre los ocho primeros clasificados.
Salió el Cajasol según el guión previsto, fuerte en la defensa y acertado en el tiro de tres, por lo que a los tres minutos y medio de choque consiguió una ventaja de ocho puntos (12-4).
En ese momento se paró en seco el juego del equipo que entrena Joan Plaza y empezó a funcionar el que dirige Profirio Fisac con un movimiento rápido de balón, buenas selecciones de tiro y reparto de responsabilidades a la hora de encestar.
Todo ello, unido a la fortaleza en el rebote bajo las dos canastas, le dio al equipo vallisoletano un parcial de 0-11, y del 12-4 se pasó al 12-15 a falta de poco más de dos minutos para que concluyera un cuarto que acabó con cinco puntos a favor de los visitantes (17-22).
Otra historia fue el segundo, porque ahora sí se vio al Cajasol de esta temporada, con una defensa de mucha presión y que atosiga al adversario para que no vea nada claro la canasta.
Eso, y el impresionante recital de tiros de tres -convirtió nueve de dieciocho intentos en la primera parte- hizo que la formación sevillana volviera a tomar el mando, le diera la vuelta al marcador y se retirara a los vestuarios en el descanso con seis puntos de ventaja (35-29).
El equipo pucelano, que se quedó en el segundo cuarto con sólo siete puntos en su haber, contó con un buen juego de su base Stephane Dumas, pero eso no fue suficiente para mantener el nivel que dio en los primeros diez minutos, lo que corrió a favor de los locales.
En la reanudación del partido, el Blancos de Rueda mejoró en todos los conceptos y el partido se igualó al máximo, con dos fuertes defensas e intercambios de canastas de la que salió algo mejor favorecido la formación visitante al encontrar en el escolta Federico Van Lacke un verdadero cañonero desde todas las distancias.
Se entró en el último cuarto con sólo dos puntos de ventaja para el Cajasol (50-48) y con mucha incertidumbre, pues el equipo de Porfi Fisac se mantuvo muy concentrado y ello hizo desequilibrar en algunos momentos las evoluciones de sus rivales, aunque no lo suficiente para marcharse con claras ventajas en el marcador (56-58, m.35).
Esa circunstancia fue definitiva para los minutos finales, ya que el equipo local logró suministrar mejor el tiempo, logró recuperaciones claves del balón y controló con seguridad para llevarse la victoria por cinco puntos (69-64).
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