El hombre que aquel dia ocupaba el banquillo visitante

Ante todo quiero dejar claro que la semana pasada yo estaba de viaje y por lo tanto no sé que se ha dicho aunque creo que puedo, por desgracia, imaginarmelo así que esto no es ni una defensa ni una respuesta a nada. Simplemente es lo que yo pienso en este momento.
El día que se jugó el segundo partido de la eliminatoria de Euroliga entre el Olympiakos y el Madrid yo estaba viendo el partido en casa con mi hermano y mi padre. En un momento dado les dije que nadie merecía más estar en Berlín que el hombre que aquel dia ocupba el banquillo visitante. Así lo siento a estas alturas, varios días después de que los griegos hayan eliminado definitivamente al Madrid de la competición.
Cuando me fui de viaje sabia que no iba a tener oportunidad de ver ni el tercer partido ni el cuarto en caso de haberlo pero tenia claro que quería ver un quinto partido en Atenas. Cuando el viernes me enteré de que mi deseo no se iba a cumplir realmente lo sentí mucho.
No me dan miedo los comentarios que puedan recibir mis palabras, ya no. Tan solo digo lo que siento y eso es más fuerte que cualquier insulto, que cualquier petición de dimisión, que cualquier burla que se pueda hacer en cualquier foro, en cualquier blog.
Porque estoy segura de que si no es Berlín será otra ciudad, de que si no es con el Madrid será con otro equipo y de que si eso llega a ser así demasiadas personas valoraran demasiado tarde lo que tienen en este momento y no dudan en despreciar.
Porque a algunos entrenadores se les pide más que a otros que con el nombre acreditan cosas que no siempre se demuestran.
Me gusta el baloncesto pero hay cosas que no me gustan y el hecho de no reconocer el trabajo y el esfuerzo de una persona como se merece es una de ellas.
No me considero una persona excesivamente valiente pero si lo suficiente como para reafirmarme y decir en este mismo momento que yo creo en Joan Plaza, en sus principios y en su forma de hacer las cosas