El técnico del Real Madrid, Joan Plaza, reconoció que su equipo "mejoró" en relación al primer encuentro de la serie de cuartos de final de la Euroliga ante el Olympiacos, pero que hubo "detalles" que marcaron la diferencia, poniendo en tela de juicio la labor arbitral.
Plaza considera "incomprensible que sucedan" ciertas cosas. "No se puede pitar una técnica a nuestro banquillo porque mis ayudantes hayan tirado la publicidad abajo cuando el público está apuntando con láser a mis jugadores y no pasa nada. Es lamentable", opinó.
El técnico no obstante prefería quedarse con las prestaciones de su equipo, que dio "el cien por cien" sobre la pista. "Nadie puede quejarse del trabajo que han hecho y han demostrado que quieren estar en la 'Final Four'", indicó.
Ahora Plaza espera un Vistalegre "como una olla a presión" para equilibrar la eliminatoria. "Mis jugadores han de decidir si quieren volver dentro de diez días o si quieren rendirse. El guión de este año, lo queramos o no, es sufrir. Sufrir para ganar. Ya nos pasó contra el TAU, Maccabi o CSKA", explicó.
"Tenemos que hacer de Vistalegre una bomba de relojería y volver aquí para un quinto partido. El otro día perdimos de nueve y hoy de seis, cada vez hay menos errores y menos balones perdidos. Hemos estado más cerca y esa es la lectura que tenemos que hacer", agregó.
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