viernes, 30 de noviembre de 2007

Plaza: "Este triunfo es igual de importante que ante Barça o Panathinakos"

Joan Plaza se ha mostrado muy satisfecho por el triunfo cosechado ante el Chorale Roanne, al que ha calificado de "tan importante como ante el Barcelona o el Panathinaikos"


Madrid, 29 nov. 2007 (Europa Press).- El técnico del Real Madrid, Joan Plaza, se mostró "muy contento" por el rendimiento de su equipo en la contundente victoria lograda ante el Chorale Roanne en la sexta jornada de la Euroliga y dejó claro que esta victoria es "igual de importante" que una ante el AXA FC Barcelona o el Panathinakos.

"La gente debe saber que valoramos este partido como cuando jugamos contra el Barcelona o el Panathinakos y los puntos son igual de importantes", comentó Plaza al término del choque, donde destacó que sus hombres estuvieron "serios" durante todo el partido pese a la debilidad del rival.

El preparador catalán, que sí lamentó "los 25 puntos encajados en el segundo cuarto", también tuvo palabras de alabanza para el griego Michalis Pelekanos. "Estoy especialmente contento por él porque nos ha podido ayudar un poco más y esperamos que siga así", afirmó.

Plaza insistió en la importancia de la "mentalización" y espera que ésta continúe con la visita del Grupo Begar León en la Liga ACB. "Es un rival peligroso, más que el de hoy, y viene antes de empezar el 'circo' de diciembre con enfrentamientos con los mejores de España y de Europa", confesó.

El entrenador madridista, que reconoció que no se fía de nadie por su "bisoñez", se congratuló de haber "podido dar descanso" a algunos jugadores y de haber realizado una buena defensa en tres de los parciales, además de un buen acierto anotador, en contraste con lo sucedido el sábado en Murcia. "Remamos cuando hace falta y no estamos finos, y luego hay otros días en que vemos el aro como una piscina", sentenció.

El Real Madrid aplasta al Roanne con un Pelekanos inspirado

El Real Madrid arregló las gestiones que quería culminar antes de viajar la próxima semana a Atenas para enfrentarse al Panathinaikos y poder hacerlo sin urgencias, libre de agobios y con un buen currículo de resultados después de tumbar al Chorale Roanne, el campeón francés, que acumula cinco derrotas en seis partidos y acabó agazapado bajo un aluvión anotador local (99-71 m.38).

Los madridistas alcanzaron el objetivo marcado con naturalidad, sin perder el gesto, ajenos a cualquier apretura y con síntomas de buena salud ya conocidos y, por lo visto hasta ahora, capaces de llevarle lejos en el torneo europeo de clubes más importante del Viejo Continente.Los blancos necesitaron un pequeño margen para arrancar. El estadounidense Brion Rush aprovechó la puesta en marcha de los anfitriones para vadear el arranque con los primeros cinco puntos franceses (6-5) y con el griego Mikhalis Pelekanos y el serbio Blagota Sekulic en el cinco inicial madrileño, cuando ambos equipos aún buscaban su sitio en la cancha.

Los franceses, pese a la fantasmal aportación del máximo anotador de la Euroliga, el también estadounidense Marc Salyers, borrado del mapa, se colocaron por delante a los cinco minutos (10-11). El Real Madrid seguía en fase de calentamiento sustentado en Pelekanos y Sekulic, aunque sin despistarse y con tranquilidad absoluta.El campeón ACB tenía motivos para la calma. En una racha completó un parcial de 11-0 impulsado por Felipe Reyes y cerró el primer cuarto con nueve puntos de ventaja (24-15).

El Roanne nunca había dado sensación de peligro. Ni siquiera a través de Salyers. No obstante, Rush le había cubierto las espaldas. El casillero del escolta recogía once puntos en diez minutos.Sin embargo, la entrada en juego del norteamericano Charles Smith, junto con las rachas de velocidad y un par de oportunos triples a cargo del turco Kerem Tunceri y del belga Axel Hervelle empezaron a abrir hueco (30-22 m.12) sin que Rush diera señales de fatiga (catorce puntos en quince minutos con 3/5 de dos, 2/3 en triples y 2/2 en tiros libres).

Pero Smith estaba enchufado, igual que Felipe Reyes, así que el Madrid alcanzó el descanso a diez de distancia y sin síntomas de preocupación alguna (50-40). El alero estadounidense, 'La Araña', ya había firmado quince tantos.Salyers logró por fin adaptarse al choque y fue una inyección de fuerza enorme para el Roanne en la reanudación.

El ritmo, de todas formas, registró un descenso notable originado, fundamentalmente, en una mayor actividad defensiva de ambos conjuntos, que frenaron la agitada marcha del segundo cuarto. Además, el Real Madrid, que mantenía la distancia sin demasiados problemas (59-46 m.24), disfrutaba del mejor Pelekanos del curso, al menos en triples y desde la línea de personal (diez puntos mediado el tercer tramo con 2/7 de dos, 1/1 de tres y 3/3 desde la línea). No había sobresaltos. Ni en la pista, ni en el marcador, donde los blancos cincelaban su dominio cada vez con mayor nitidez (62-46 m.25).

El incremento en la tensión defensiva del equipo dirigido por Joan Plaza despejó el resto del camino y situó las cosas en torno a una renta de veinte puntos con diez de catorce en triples y veintinueve rebotes, doce más que los galos, a falta del último periodo (74-56).

Smith engordó su estadística, Bullock la puso a la altura de su categoría sin aspavientos y el Madrid certificó la quinta victoria europea de la temporada. No podría ser de otra forma. El Roanne, campeón francés, es un rival que debuta en la Euroliga, que está por debajo en calidad y que no le podía arrebatar un partido en casa dentro de una competición tan exigente y de un grupo con tantos nombres ilustres.

104 - Real Madrid (24+26+24+30): Tunceri (8), Bullock (10), Pelekanos (12), Sekulic (14), Reyes (10) -cinco inicial-, Smith (22), Hervelle (11), Llull (3), López (-), Papadopulos (10), Bogdanovic (-) y Aguilar (4).

73 - Chorale Roanne (15+25+16+17): Pellin (3), Rush (27), Hess (7), Salyers (18), Badiane (11) -cinco inicial-, Cazalon (-), Poupet (5), Soliman (-) y Hale (2).

Arbitros: Pilipauskas (LTU), Klaar (SWE) y Boltauzer (SLO).

Incidencias: encuentro correspondiente a la sexta jornada de la primera fase de la Euroliga 2007-08 disputado en el Palacio Vistalegre ante unos 11.000 espectadores.Antes del inicio del encuentro, Felipe Reyes, capitán del Real Madrid, leyó un comunicado en favor del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de la lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) infantil.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Plaza: "No podemos fiarnos de nada ni de nadie aunque juguemos en casa"

MADRID, 28 (ATB NOTICIAS)

El entrenador del Real Madrid, Joan Plaza, subrayó que su equipo no puede fiarse "de nada ni de nadie", aunque juegue "en casa", en vísperas de la quinta jornada de la Euroliga, que mide al conjunto blanco al Chorale Roanne, penúltimo clasificado del grupo C.

"Tenemos claro que no podemos fiarnos de nada ni de nadie, ya que son un equipo que en todos los partidos de Euroliga que ha disputado, exceptuando el de la última jornada ante el Panathinaikos, han tuteado durante muchos minutos a todos sus rivales", manifestó el catalán.

El técnico merengue explicó que el equipo francés cuenta con el máximo anotador de la competición, Marc Salyers, que promedia casi 23 puntos por encuentro y es el tercer jugador más valorado de la Euroliga.

"No es el único jugador de este equipo con un gran talento en ataque. Tienen a muchos jugadores de la plantilla que tienen un marcado carácter ofensivo, lo que hace que el equipo tenga un ritmo rápido y vertical", indicó.

Por otro lado, Plaza recordó que han tenido algunos problemas para preparar el encuentro. "Hemos tenido varios problemas físicos con nuestros jugadores, como Felipe Reyes (esguince de tobillo y gastroenteritis), Álex Mumbrú (molestias en la espalda) y Lazaros Papadopoulos (tendinitis)", dijo.

"Estos factores nos hacen pensar que ante el Chorale Roanne viviremos un partido duro, en el que nuestra intención será la de conseguir la victoria en nuestro pabellón, donde siempre contaremos con el gran apoyo de nuestro público, y llegar de esta manera a Atenas en la próxima jornada de la Euroliga con sólo una derrota", concluyó el preparador de Sant Adriá De Besós.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Previa Real Madrid - Chorale Roanne

Ante la ausencia de Alex (los examenes) me estoy encargando yo misma de mantener el blog actualizado. Hoy os voy a intentar hacer una previa del partido de Euroliga que juega mañana el Madrid contra el Roanne (Francia)


El equipo de Joan Plaza llega a este partido con una sola derrota en el casillero (la cosechada la semana pasada en el palau) mientras que los franceses llegan con tan solo una victoria con lo que en teoria el Madrid es el favorito para ganar el partido y llegar con la moral alta al último partido de la primera vuelta ante el Panathinaikos.

El Roanne por su parte intentará dar la sorpresa pues tiene poco que perder y mucho que ganar. Recordar que ya los hemos podido ver ante el Barça ante el que perdieron 82 - 76 en la cancha azulgrana.
De su plantilla podemos destacar a sus mayores bazas en ataque; el estadounidense Marc Salyers , máximo anotador de la competición, y al tambien norteamericano Brion Rush.

Por último informar de que el partido se podrá seguir mañana jueves a las 20:45 en Teledeporte.


Tambien os dejo aquí la ficha técnica:

FICHA TÉCNICA.

EQUIPOS.

REAL MADRID: López, Smith, Mumbrú, Hervelle y Reyes --posible cinco inicial--; Llull, Tunçeri, Bullock, Sekulic, Papadopoulos, Pelekanos y Hamilton.

CHORALE ROANNE: Pellin, Rush, Hess, Salyers, Badiane --posible cinco inicial--; Cazalon, Nolan, Poupet, Soliman, Wilson, Dartez.

PABELLÓN: Vistalegre.

HORA: 20.45/Teledeporte.

martes, 27 de noviembre de 2007

"Soy el mismo Joan Plaza de siempre"

Rescato esta entrevista que aparece en el diario sport del pasado dia 21 con motivo del partido de Euroliga que jugó el Madrid en el Palau Blaugrana.
En ella se percibe el espiritu de alguien que sabe lo que le ha costado llegar a donde está y por ello mantiene la humildad de siempre.



Manuel Moreno

Era la última opción y fue el gran acierto. Hizo al Real Madrid campeón de Liga al primer intento. Cambió la dinámica perdedora con tanta rapidez como sobriedad. Convertido en un de los mejores entrenadores de Europa, afronta el reto de ganar la Euroliga. Joan Plaza pasa mañana un serio examen en el Palau Blaugrana.

¿Imaginabas que irían las cosas como han ido cuando te propusieron tomar el mando?

Ha ido mucho mejor de lo esperado. Primero apenas podía imaginar verme en un banquillo como el del Madrid, el Barca o el Tau. Después veníamos de un temporada discreta en la que fuimos sextos y, además, había problemas dentro del equipo y en estructura básica de la sección.

¿Qué se piensa cuando te dicen que eres el jefe en un equipo como el Madrid?

Una sensación espectacular. Mis circunstancias eran peculiares; unos días antes intentaba convencer a Aíto García Reneses para que aceptara el puesto y buscaba informes de Jasmin Repesa. No podía pensar que yo, el entrenador ayudante, fuera el elegido, a pesar de que mi padre me decía que había rumores. Estaba con mi mujer en Irlanda, en un pueblo pequeño, de apenas 25 habitantes, cuando le llamaron; puse el altavoz y cuando me lo dijeron mi mujer quiso hacer una foto... pero sólo le salieron mis pies. Fue espectacular.

¿Cómo es el Madrid por dentro? ¿Qué te ha sorprendido?

Yo ya era entrenador ayudante y ya te acercas a los jugadores y a la directiva, pero de una forma más lejana. Era el primer catalán que estaba allí y le daban la opción se ser entrenador. Fui con pies de plomo.

¿Cambiaste muchas cosas?

No tengo ninguna varita mágina ni ningún truco que no sea el trabajo. Traté de que todos tuvieran un peso específico, de que nadie fuera titular antes de empezar. Las cosas comenzaron bien, con un 13-0 e Individualmente hacían mejores números que cuando jugaban más minutos. Eso gustó a los jugadores, creó una sensacion de familiaridad, como la que existia en la seleccion española. Conseguí que se implicara mucha más gente

¿Cuándo comenzaste a pensar que podías ganar la ACB?

Me costó. No pensaba que pudiera llegar tan lejos. Si un entrenador promete muchas cosas antes de comenzar, yo no me lo creo. Lo unico que garanticé es estar cerca de todos los títulos. Pero ganamos los 13 primeros partidos. Pensé en la Liga cuando el Barça eliminó al Tau y nosotros teníamos ventaja de pista.

¿Qué fue lo más fácil y lo más difícil en esa temporada?

Convencer a la gente, no tanto a los jugadores como a la directiva. Yo había sido la última opción y debía convencer a la directiva de que no era mala. Trabajé para eso. También para hacer un basket más divertido, diferente al de la temporada anterior, no jugar a 60 puntos, Nos costó ensamblarnos. Antonio Martín y Alberto Herreros empezaban como dirigentes y el presidente acaba de ser elegido. Todo era bastante provisional.

¿Ser un entrenador poco conocido fue un problema añadido?

Estaba más en mi cabeza que en el parket. Durante muchos meses lo pensé, que me harían pagar un peaje, pero en defintiva los árbitros son tan duros o tan blandos como lo eres tú.

¿Qué trascendencia tiene el entrenador en un equipo?

Si sabemos hacer las cosas con normalidad tiene mucha importancia, como los directores técnicos y los jugadores. El entrenador debe ser un buen director de grupo, que pueda sacar lo mejor de los jugadores de que dispone.

¿Qué ha cambiado del Plaza del verano del 2005 al actual?

Quisiera pensar que no ha cambiado nada. De ubicación, claro, ahora estoy lejos del mar, al que añoro. Puedo utilizar las autopistas de peaje o dejar el coche en el parking cuando antes daba diez vueltas para no pagar. Pero no soy distante, seco o engreído. Me considero una persona normal, con fama atrasada.

¿Es fácil ser y ejercer de catalán en Madrid y en el Madrid?

Todo el mundo me trata muy bien; a mí a mi familia. Vivimos a unos 30 minutos del centro de Madrid y los entrenamientos son en la Ciudad de Fútbol. Sólo voy a Madrid cuando hay un acto oficial o para los partidos. Estoy cómodo.Mi mujer es una ex-jugadora y me trata de ayudar todo lo posible.

El título de Liga llegó en el Palau, ¿una satisfacción añadida?

Para la mayoría de la gente de Madrid lo puede ser, yo lo que quería era ser campeon de Liga. Entiendo que para directivos, socios y quienes llevaban muchos años en el club pudiera ser especial, pero para mí, no lo fue.

Ahora el reto es la Euroliga y el que la Final Four se juegue en Madrid puede ser una presión añadida...

Sí, aquí la gente está ilusionada. Pero, como me dijo Ettore Messina, la Final Four la juega el que ya ha jugado otras veces y nosotros hace 11 años que no estamos ahí. Cuando la ganó, el Barça ya había jugado varias, la última dos años antes. A la gente le cuesta ver que esto no es una excusa. Generar estas sensaciones positivas es un orgullo, pero una vez dicho esto hay que ver que sólo tenemos un hombre (Papadopoulos con el Panathinaikos) que la ha disputado. Los demás tienen experiencia e incluso hambre de jugarla y eso puede ser bueno e incluso esta hambre puede ayudar. Todos estamos ilusionados, pero no hay que caer en el error de vender las cosas difíciles como si fueran fáciles.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Crónica Polaris Murcia - Real Madrid

Murcia, 24 nov. 2007 (EFE).- El Real Madrid consiguió en Murcia una victoria (62-65) que le permite seguir en la zona alta de la clasificación de la Liga ACB y que rompió la racha de triunfos como local del Polaris World Murcia, que databa del 6 de abril y que ha durado siete partidos.

Al conjunto de Joan Plaza, no obstante, le tocó sudar sangre para ganar, puesto que los murcianos vendieron carísima la derrota y hasta el último momento estuvieron en el partido, pese al inicio fulgurante de los blancos, con un 0-6 de salida, de la mano de un impecable Charles Smith, líder de ese parcial con dos triples.

El estadounidense sacó partido del emparejamiento defensivo con el eslovaco Anton Gavel, mucho más bajo que él, y que fracasó en el intento de frenar a su oponente. No obstante, el Polaris World Murcia, gracias a un buen trabajo en ambos aros, fue entrando poco a poco en el partido, situándose a cuatro puntos (7-11) a falta de 3:21.

Fue precisamente después de ese triple cuando el baluarte del Polaris World Murcia en la pintura, Juanjo Triguero, cometió su segunda falta personal, obligando a la sustitución por Diego Fajardo.

La pareja formada por el canario y por el argentino Federico Kammerichs fue consciente de que salía claramente perdedora en el cuerpo a cuerpo con Lazaros Papadopoulos y Felipe Reyes, por lo que renunció al duelo en la zona buscando posiciones más exteriores, que permitieron al equipo local más opciones ofensivas desde fuera.

Desde ahí, el Polaris World Murcia recuperó puntos e incluso se puso por delante por primera vez en el partido (14-13) a 2:51 del final del primer cuarto. Fue ese el toque de atención que necesitaba el Real Madrid, puesto que, desde ese momento y hasta la conclusión de ese periodo, consiguió un 0-10.

Ese parcial enfadó tremendamente al técnico Local, Manolo Hussein, quien exigió a sus hombres más intensidad defensiva e impedir las canastas fáciles de los madridistas. Esto se tradujo en un 4-0, primero, y en un 6-0, después, que permitió que el marcador volviera a apretarse: 24-25 a falta de 4:29 para el descanso.

Fue entonces cuando surgió la gigante figura de Felipe Reyes, autor de seis puntos y que permitió a su equipo marcharse a los vestuarios con siete puntos de ventaja (28-35).

En la reanudación, fue Papadopoulos quien dominó la pintura. Sus acciones mantuvieron al Madrid cómodamente al frente del marcador y alcanzar la máxima ventaja (35-47, m. 27) y llegar al final del tercer cuarto con nueve puntos de renta (42-51).

Pero el Polaris World Murcia no estaba dispuesto a perder y se metió de nuevo en el partido con dos mates de Juanjo Triguero (46-51), que lideró el 7-0 que les dejó a 7:49 a dos puntos por detrás (49-51).

El final del partido resultó de infarto. Primero el Real Madrid consiguió estirar ligeramente el marcador (49-56), luego el Polaris World Murcia fue reduciendo la ventaja, hasta llegar a situarse a tres por detrás (57-59) a 2:16 de la conclusión del encuentro.

En ese momento, a un tiro libre anotado por Felipe Reyes le sucedió un triple de Pedro Robles que dejaba el choque en 59-60 y con el balón en manos de Kerem Tunceri. El turco falló un tiro libre y el Polaris World Murcia recuperó el balón y buscó ponerse por delante.

No obstante, al equipo murciano se le agotó el reloj de posesión gracias a una asfixiante defensa blanca. En la jugada siguiente, Raül López anotó un triple (59-63). A ello respondió Hunter con otro, pero dos tiros libres de Raül sentenciaron el duelo (62-63).

Con 62-65 en el marcador y 19 segundos y 2 décimas, el conjunto murciano se jugó la última posesión, en la que Hunter tuvo dos oportunidades para igualar el partido, pero en ambas ocasiones el norteamericano falló sus lanzamientos.

62 - Polaris World CB Murcia (14+14+14+20): Gavel (4), Risacher (3), Thomas (14), Triguero (12), Kammerichs (5) -cinco inicial-, Robles (3), Hunter (10), Fajardo (2), Reiner (8) y Opacak (1).

65 - Real Madrid (23+12+16+14): Raúl López (11), Pelekanos (3), Papadopoulos (11), Smith (11), Hevelle (5), Hamilton (1) -cinco inicial- Reyes (15), Mumbrú (0), Tunceri (3) y Bullock (5).

Árbitros: Pérez Pizarro, José Javier Murgui y Pérez Niz. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la novena jornada de la Liga ACB, disputado en el Palacio de los Deportes de Murcia ante 6.850 espectadores.

domingo, 25 de noviembre de 2007

"La historia continúa", relato de Joan Plaza para el 25 aniversario de ACB

Hemos escogido para estrenar el blog el relato que escribió Joan para conmemorar el 25 aniversario de la ACB. En él se intenta explicar la gran importáncia que tienen todos los elementos de un partido de baloncesto para que este salga adelante.
Que disfruteis de la lectura!!!!




...nos habíamos trasladado hacía pocas semanas a nuestra nueva casa. Nada que ver con nuestro luminoso y céntrico dúplex de la calle Serrano, donde habíamos vivido los últimos 14 años. Aquella, por el contrario, era una casa destartalada, tétrica y perdida por la fría sierra madrileña, llena de rincones húmedos y oscuros que no invitaba, precisamente, a hacerla acogedora.

La batalla que libramos mis hermanos y yo, junto a mamá, llegó a hacer tambalear la idea de papá de aceptar ese cambio de sucursal bancaria, pero un ligero aumento salarial y la búsqueda de un entorno más sano para el futuro de sus hijos, fue determinante.

Tras unos tensos primeros días, nos fuimos adaptando lentamente al entorno. La casa era grande, cada uno tenía su propia habitación, había baños en cada planta y un gran jardín para correr.

En medio de tanta libertad, tan solo era una la prohibición que nos apuntaron nuestros padres... – No podéis subir a la buhardilla! – nos dijeron. La compra de aquella especie de masía se había realizado con premura, y su antiguo propietario, un tal Eduardo, había dejado algunas de sus pertenencias en el altillo, al que se accedía por una estrecha escalera de madera.

Una de esas primeras noches, tras ir a la cama y aún con la tensión del cambio que me impedía dormir de un tirón, empecé a oír voces, sonidos… e incluso golpes, que provenían del citado desván. Primero creí, que debía ser el viento o una ventana mal cerrada, pero tras prestar más atención, llegue a la conclusión de que ahí pasaba algo más. Al explicarlo al día siguiente, durante el desayuno, papá se enfadó conmigo, pensando que era otra estratagema para volver a la ciudad y, sin tan siquiera acabar de comer, subió al altillo y comprobó que allí no había más que los trastos que debía pasar a recoger su antiguo dueño.

Hubiera jurado que la noche anterior, una reunión de viejos amigos se había celebrado allí, pero… Así pues, tras un día que empezó mal, llegó la noche de nuevo y horas después de habernos acostado todos, volví a oír una gran animación por encima del techo de mi habitación. Me sorprendía que nadie oyera nada, pues aunque durmieran en la planta inferior a la mía, el ruido era notorio. Me giré una y otra vez sobre mi mismo, luchando contra la orden de papá o el deseo de ver con mis ojos que todo era una mala pasada de mi tierna cabecita.

No pude más, y tras agotar todas las ovejas que mi cabeza podía contar, me decidí a desobedecer a papá. Sigilosamente y con los pies descalzos, me acerqué a una escalera que me parecía entonces más alta que nunca. Contuve la respiración, subí y al abrir el portón sobre mi cabeza, observé algo inaudito…

Allí había una fiesta montada extraordinaria. Mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo. Encima de un trotinado suelo de parquet, un par de balones de piel de varios colores, botaban una y mil veces desperezando a unas redes que se hacían las remolonas y que no dejaban pasar a nadie. Un trío de silbatos, entrelazados entre sí, parecían cobrar vida, mientras pitaban coordinadamente con el movimiento sinuoso de las pelotas. Distintas camisetas de baloncesto bajaban una a una de sus colgadores para bailar junto a unos pantalones que se hacían los estrechos y unos calcetines que pretendían hacerse los estirados. Por otro lado, una curiosa banda de rotuladores flirteaba con unas estadísticas vestidas elegantemente con pequeños cuadros para la ocasión. Mientras, las botellas de Gatorade y de Isostar se descorchaban a si mismas, como si de cava se tratara, intentando emborrachar con líquido isotónico a los vendajes que se hacían los duros. La coreografía de la fiesta, la ponían cinco números del uno al cinco, este último en rojo, insertados sobre unas maderas con cuerpo de raqueta, subiendo y bajando acompasadamente. Unas muñequeras repartían pequeños chupitos de sudor a las coderas y musleras que apenas solían salir en la foto. La voz cantante la llevaba inevitablemente el micrófono, cuidando así de que hasta las viejas sillas plegables participaran activamente de la fiesta.

Fue sin embargo, un pequeño marcador “fair-play” quien se dio cuenta de mi intrusión, y parpadeando con todas sus bombillas, avisó a todo el mundo de que yo estaba fisgoneando con la puerta del cobertizo apenas levantada. Un silencio sepulcral ahogó todos los sonidos y movimientos de cuantos estaban allí, pero nadie se movió, como si de una rueda de prensa se tratara. Tuvo que ser un bote de Réflex quien me diera una cálida bienvenida y me invitara a pasar.

Tímidamente fui levantando aquella pequeña trampilla, con el miedo de que todos salieran corriendo al entrar yo, pero fue al contrario. Las redes vinieron a atraparme, las bocinas me dieron salvas de honor, las palomitas saltaban como recién hechas y los flashes me marcaban el camino a seguir. De allí nadie se movió, incluso una pequeña mopa de pista me invitaba a seguirla hasta el centro del corro que entre todos ellos formaban. Una línea de tres puntos delimitaba el lugar a donde debía llegar, mientras un grupo de pasaportes extranjeros de distintos países se abrían y cerraban como alegrándose de mi presencia… aquello era inaudito, era como si me estuvieran esperando.

¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Gritar, salir corriendo, pasar un control de anti-doping? Me dejé llevar por mi instinto y me acomodé entre aquel peculiar grupo. No sabía dónde mirar, todo estaba en silencio, pero notaba como todos estaban a la espera de mi reacción.

- Hola! Me llamo Oscar. ¿Que hacéis aquí? – dije balbuceando, mientras pensaba estar loco por hablarle a unos objetos animados.

Fueron entonces un grupo de olorosas zapatillas John Smith del 48, quienes tomaron las riendas y me dieron la bienvenida… - Estamos encantados de que estés aquí entre nosotros. ¿Quieres que te expliquemos quiénes somos? – me dijo una de ellas mientras sus cordones buscaban infructuosamente a sus parientes entre mis pies desnudos.

Sólo pude asentir tímidamente con la cabeza. No sabía si estaba desvariando o si había entrado en una dimensión desconocida. En cualquier caso, nadie me estaba viendo y a mí me apetecía averiguar el porqué de todo aquello.

Entonces vi como todos se acercaban un poco más hacia mí. Las redes que me habían arrastrado hacia el centro del desván, tomaron la palabra: - La mayoría de nosotros hemos tenido distintos momentos de gloria en los últimos 25 años. En nuestro caso han sido miles y miles los balones que se han colado espectacularmente en nuestro interior una y otra vez. Canastas inverosímiles, canastas lejanas y defendidas, canastas elaboradas o fortuitas, “alley-hoops”, canastas en los últimos segundos y décimas que decidían partidos y campeonatos. Canastas que provocaban alegrías y decepciones por igual... provocando que pasáramos desapercibidas en la mayoría de los campos, pero también que tuviéramos auténticos momentos de gloria, ya que tras desprendernos del aro, nos ponían alrededor del cuello de los ganadores, como si de un collar de perlas se tratara. – me dijo una de ellas con muchos mates en sus espaldas.

- Claro, claro – dijo una pelota… mientras giraba sobre si misma, - pero todas esas canastas no podían venir sino después de un gran pase, de una bonita asistencia o de un trabajado rebote. Nosotras hemos estado en manos de todo el mundo. De aquellos que tan solo nos utilizaban para tirar, de aquellos que se peleaban por nosotros recuperándonos cuando nos daban por perdidas… pero sobretodo en manos de aquellos jugadores virtuosos que hacían malabarismos con nosotros y que contagiaban alegría a los jugadores que nos recibían y a los miles de aficionados que nos veían… -, soltó como queriéndose hacer valer.

- Si, pero las estrategias, la táctica y la coordinación de todos esos jugadores y jugadas estratosféricas, no se darían sin que, quienes nos utilizan en los entrenamientos y tiempos muertos, algunas veces para dibujar sistemas, pero otras para pagar con nosotros los platos rotos, supervisaran y estudiaran paso a paso los movimientos a seguir a cada momento – soltó una pizarra algo deteriorada por el paso de los años.

- Piiiiii! – se oyó desde una de las esquinas de la buhardilla. Eran los tres silbatos, que habían aprovechado un despiste del micrófono para ampliar su propio sonido agudo. – Todo eso está muy bien, pero no olvidéis nunca que difícilmente esto sería posible si no hubiera alguien que impartiera justicia, alguien que sin ser protagonista dirima el buen hacer de este juego. Legendarios árbitros, comisarios y auxiliares nos han tenido en sus labios constantemente – soltaba ese trío al unísono, mientras se hacían un espacio entre aquella divertida multitud.

No habían pasado ni diez minutos y ya tenía una malla en mis hombros, una pizarra flexible en la espalda, un pito en las manos y un par de balones haciendo piruetas en mis dedos. Las camisetas de grandes jugadores se peleaban entre sí para saber cuál era mi talla y unos vendajes me hacían un ligero “tape” en las rodillas. Aquello era fascinante, todos querían cuidarme, querían contagiarme de su fiebre, de su pasión…

- Bien, todo eso es cierto. Pero supongo que sabéis para quien desplegáis toda esa amalgama de habilidades… no?. Para todos aquellos que nos llevan en las manos, para aquellos que nos saborean, compran y agitan, tanto en pabellones pequeños, como en grandes coliseos… - decían reivindicativamente unas banderolas de mil colores, cogidas de la mano con unos tickets con sabor a pasado y de unas palomitas que no dejaban de explotar.

Que divertido. Aquello parecía el reencuentro de antiguos compañeros, pavoneándose simpáticamente de la importancia que, sin duda, todos ellos tenían alrededor del baloncesto.

De pronto, nos interrumpió una antigua maquina de escribir, a la que apenas había prestado atención. Empezó a teclear mágicamente, mientras una pequeña cámara de fotos compinchada con ella nos lo iba transcribiendo, - Hacer llegar a todos los rincones de España y del mundo, el espectáculo que todos vosotros componéis, siempre ha sido nuestra labor. Entrar en los vestuarios, entrenamientos y ruedas de prensa, ha permitido que esta fiebre del basket se haya extendido año a año -, iba leyendo la cámara, mientras una vieja radio asentía sin decir nada por estar afónica.

Aquello continuó y continuó. Un contrato intentaba explicarme las mil y una condiciones estrambóticas que solían pedirles a Directores Técnicos y Gerentes; el video VHS me declaraba tener celos del DVD e Internet; una pequeña falda de “cheerleader” revoloteaba una y otra vez intentando captar mi atención; unos trofeos y sus amigas las medallas reclamaban su brillante porción de historia; las forzudas pesas se acercaron imponiendo respeto, y la corbata de los máximos dirigentes intentaban organizar aquella avalancha de información a mi alrededor…

Bien fuera por mi estado de excitación, por ser las tres y pico de la madrugada o por el ritmo trepidante que tenia aquella fiesta, pero mis ojos reclamaban un descanso. Muchos eran aún los objetos que reclamaban mi atención mientras recostaba mi cabeza sobre una bolsa de hielo vacía… pero todo intento era inútil. No pude más y me abandoné ante el susurro generalizado de cuantos habíamos compartido aquella noche del 25 de septiembre del 2007.

Al día siguiente, me desperté en la buhardilla rodeado de mis padres y hermanos que me miraban como a un bicho raro. Me incorporé y vi que todo lo que había en aquella especie de trastero, estaba ordenado y debidamente clasificado. Rápidamente deduje que sería una tontería intentar razonar con mis familiares lo que había vivido la noche anterior y argumenté un falso ataque de insomnio. Fue mientras bajamos que al salir el último, uno de los balones me guiñó el ojo… La historia continúa!

Joan Plaza
Entrenador del Real Madrid


Artículo sacado de www.acb.com